Mercadillos, mercados, ferias, agromercados, tianguis, farmers market, o como les llamen en cada país. Me declaro fan de todos los anteriores.
La magia para que un plato de comida te quede bien bueno, aparte de la buena mano de quien lo haga, está en muy buena medida, en la calidad de los ingredientes. Y precisamente por eso con los años he sabido darle el valor que bien merecido tienen los mercados de agricultores y a la vez he aprendido a respetar cada ingrediente que mis manos tocan o transforman en el acto culinario.
En Cuba agromercados, en Chile ferias, en España mercados centrales, en Colombia hasta supermercados había SOLO de frutas y verduras, en México tianguis, y en USA farmers market. Pero da igual el nombre, la cosa es que por más que pruebes y pruebes y pruebes la frutas y verduras de un supermercado, jamás tendrá el mismo sabor y la misma calidad que la de los mercadillos de agricultores. La excepción de esa regla es el Surtifruver de Colombia, un supermercado solamente dedicado a la fruta y la verdura. Hay tal variedad de frutas y verduras en Colombia que pueden darse el lujo de tener un supermercado solo para eso, y créanme merece la pena la visita! En mi año bogotano iba cada semana y además de descubrir cosas nuevas que nunca había visto y disfrutar de buenos precios, también pude reencontrarme con tantísimas frutas y verduras que desde que salí de Cuba nunca más volví a ver.
Así las cosas, gracias a mis visitas a los farmers market he descubierto muchísimas cosas: el spaguetti squash, como 3 o 4 tipos de calabacín, la papa criolla colombiana, el turmeric, el baby bok choy, el masgostino, el mango azúcar, las guascas, el nopal, la carambola; y me he podido reencontrar con la malanga, el anón, la guayaba, el mango filipino y tantísimas cosas más.
La receta de hoy es fruto de ese explorar por mercadillos, de esa alma friki que para todo lo que tenga que ver con la comida siempre me acompaña. Tan crazy soy por los ingredientes que allí donde vaya, tengo que visitar el mercadillo local del lugar. Me flipa conocer los productos locales, preguntar cómo los preparan, y aunque ni pueda traerme nada, al menos disfruto el momento de saber qué consumen allí donde voy.
Pero al bok choy lo descubrí en internet, ironías del destino ya lo se. Se pone uno a leer y te hablan de cosas que nunca has visto en tu vida. Resulta que algunos dicen que es una especie de col china, pero según mis padres no es lo mismo. Y les creo. Porque eso seguro lo aprendieron con mi abuelo que sí era chino y que obviamente si sabía lo que una col china es.
Total, dejémoslo en Bok Choy. La cosa es que en unas de mis visitas a un farmers market me lo encontré en formato baby, y me hizo tal ilusión que aún si saber cómo lo iba a preparar agarré varios de esos bebés y los hice parte de mi compra.
Aquí les dejo entonces la receta de lo que con los baby Bok Choy inventé.
Baby bok choy con pollo
Ingredientes:
1 pechuga de pollo
5 baby bok choy
Salsa soja
Caldo de pollo (media taza)
Sal
Cebollin (ciboulette)
alguna especia china de tu elección
Preparación:
-Filetear las pechugas y cortar en juliana
-Lavar los bok choy y secar bien. Cortar en mitades
-Corta los tallos cebollin en trocitos pequeños. reservar
En un wok o sartén pon un chorrito de aceite y una vez caliente saltea el pollo con una pizca de sal (sin pasarse con la sal que luego usaras la salsa soja) y la especia china de tu elección. Cuando el pollo este tierno añade un chorro de salsa soja y un par de cucharadas del caldo de pollo. Apaga el fuego y reserva.
En una sartén pon un chorrito de aceite y una vez caliente pon con mucho cuidado las mitades del bok choy a dorar y echa una pizca de sal, solo1 o 2 minutos por lado. Una vez listos y manteniendo el fuego alto añade el caldo de pollo que te ha quedado y apaga y retira del fuego.
En un plato bonito pon primero las mitades de bok choy bien dispuestos, y encima le añades el pollo con todo el caldo que tenga. Para decorar espolvorea por encima el ciboulette fresco que tienes ya cortado.
Se puede acompañar con arroz blanco o integral
Tips:
-La gracia de esta receta es que el bok choy quede crujiente, así que has de cocinarlo con mucho mimo, sin pasarte, porque además, nos estaríamos «bailando» sus propiedades nutricionales.
-Yo he usado pechuga de pollo pero me atrevo a decir que con cuartos de pollo también quedaría ok, lo que por supuesto seguro la cocción tardará un poquito más. Con cerdo también apuesto que quedará rico.
-No te creas del todo aquello de que en los farmers market se compra más caro. Todo depende del país y hasta de la ciudad. Si te vas a los de la periferia suelen ser más económicos. Y en USA por ejemplo puedes hasta asociarte a alguna cooperativa que cada una o dos semanas te hace llegar una cesta con sus productos de temporada. Y créeme, no sale mal de precio. También hay otros tipos de puestos que se ponen solo durante la temporada de diciembre a mayo y venden solo productos locales y de cada temporada, incluso algunos de estos tienen la posibilidad que tu mismo saques del campo los productos. Si, si, directo del surco, u-pick les llaman. Una pasada, y además un panorama inmejorable para los niños, que están acostumbrados a ver los productos ya listos sobre la mesa y muchas veces no se imaginan ni saben de dónde vienen. Así que aventúrate a investigar, y verás que alguna opción buena encuentras no muy lejos de donde vives. Estarás comiendo fresco, de temporada, local, rico, y además ayudarás a los agricultores de tu comunidad. No hay por donde perderse.
El ingrediente estrella de hoy: El Bok choy
Haz el ejercicio de buscar información sobre esta verdura y verás que todo lo que a ella se refiere es bueno. Es fuente de vitamina A, vitamina C, vitamina K, riboflavina (B2), vitamina B6, ácido fólico, calcio, hierro, magnesio, potasio y manganeso, y una buena fuente de fibra, proteínas, tiamina (B1), niacina (B3) y fósforo. Eso sí, no te pases en la cocción sino destrozarás esa nutrida lista.