Esta receta va dedicada a todos aquellos que no se han rendido con la cocina en esta pandemia. O a los que se han reconciliado con ella, o han descubierto en la cocina un mundo nuevo. Va por todos los que se despiertan en la noche pensando en preparaciones o recetas, también por los que no se han levantado de la mesa y ya están pensando qué le ofrecen a sus comensales en la comida siguiente. Por los que llevan una lista de supermercado en su cabeza, por los que coleccionan libros de cocina y al final no siguen ninguna receta. Por los que se emocionan cuando algo les queda bueno y a los comensales les gusta. Por los que no botan comida! Pero también va por mi sobrina, quien sin querer queriendo ha vuelto a despertar en mí la motivación por cocinar.

La cocina es un arte y como tal lleva períodos de más inspiración que otros. Unas veces ves el lienzo en blanco y rápidamente se dibuja en él alguna preparación, otras, ese lienzo permanece así en blanco y aunque al final se termina rellenando con algo pues el artista sabe que no es ni su mejor trabajo ni su mejor momento.
Esta receta es la muestra de varias cosas, la primera: si algo te gusta la motivación siempre vuelve; la segunda: muy pocas veces una receta termina como se pensó al principio; y la tercera: con restos de comida se pueden hacer platillos deliciosos siempre que haya motivación.
Hace unos días había cocinado un rabo en olla express que quedó meloso y rico. Pero sobró, y aunque comimos en segunda vuelta me quedó claro que lo que seguía sobrando nadie se lo iba a volver a comer (al menos en esa misma presentación). Me vinieron a la mente unas croquetas y dejé en mi disco duro la idea para días posteriores. Uno o dos días después me encuentro dos calabacines en mi nevera reclamando acción. Pensé en hacer esos muffins que hace tiempo preparaba a base de huevos, calabacín y otras verduras. Listo, ya tenía comida para el día siguiente.
Y llegó el día siguiente y ni croquetas ni muffins. Se despertó el gen chileno en mí y me acordé de aquellos zapallos italianos que nos comíamos allí. Rápidamente se dio vuelta todo en mi cabeza y salieron estos calabacines rellenos con aquellas sobras a las que nadie ya le hacía caso.
Así las cosas cuando se trata de cocinar. La cocina nos alimenta pero los cocineros nos alimentamos también de memorias, recuerdos, sabores, olores y presentaciones que han dejado esa huella que jamás se te olvidará. Y así, sin saberlo, la motivación vuelve, el alma regresa al cuerpo, y las emociones vuelven a aflorar de tan solo pensar en sofritos, purés, cremas, estofados, guisos, sopas, arroces, y sobre todo, en la cara de felicidad que se les va a quedar a los comensales y en la emociones que ojalá llegarás a trasmitir. De eso va cocinar, de emocionarse y emocionar a los demás.
Ingredientes:
(para 4 personas)
- 4 calabaciones
- sobras de cualquier carne o pollo
- media cebolla
- un trozo de pimiento verde
- salsa o puré de tomates
- queso mozzarella para gratinar
- sal al gusto
- aceite de oliva al gusto
- especias italianas
Preparación:
- Precalienta el horno a 350 F o 180 celcius
- Lava y corta los calabacines a lo largo
- Saca lo del centro dejándolos en forma de cuenco. (reserva lo que sacaste para una crema de verduras otro día)
- Ponles aceite de oliva por encima, sal y las especias. Reserva.
- En una olla haz un sofrito simple con la cebolla y el pimiento cortados bien chiquitos.
- Agrega entonces el rabo ( o la carne que sea y tengas ya cocinada). Sofrie por unos minutos y luego agrega dos cucharadas de salsa de tomates. Sofríe todo un par de minutos más y apaga el fuego.
- Rellena los calabacines con esta mezcla y espolvorea por encima el queso mozzarella.
- Lleva al horno por 25-30 minutos y al final pon sólo el gratinador para que el queso se dore.
- Sirve con arroz o puré de alguna verdura
El ingrediente estrella de hoy:
- Calabacín: Versátil y sano como el que más. Puedes hacer cremas, spaguettis, mini pizzas, parrilladas de verduras, muffins o estos calabacines rellenos. Y sin miedo, que son sanos y nutritivos.
You are back!!! Y con algo fácil de hacer. Si añades que siempre hay unas sobras que no sabes como convencer a los comensales de repetir, esta receta de seguro la probamos.
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Que bien! Gracias yu😘
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Que buen artículo Sandra. Me encanta la manera en qué escribes tus recetas a manera de historia elevando la creatividad a su máxima expresión 💯.
Me parece genial que transformes las sobras en un plato nuevo y con una tremenda pinta que me dan muchas ganas de practicar esta receta. No pierdas nunca esa motivación y creatividad, es muy contagiosa y muchos necesitamos aunque sea un poco de ello 😘
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Muchas gracias sobrina! Me emocionas, motivas e inspiras. Muchas gracias!
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