Empieza Diciembre, el mes de las prisas, el estrés y los miles de compromisos a los que debemos llegar o cumplir. También el mes donde se come más y probablemente se cocine más (dependiendo del país donde estés)

Esta ensalada pone a prueba al más apurado de los apurados. Se hace en un plis plas, y salió en un día de esos de cansancio extremo y por ende cero ganas de cocinar o preparar algo. Iba camino a unas mini pizzas del congelador cuando mi parte del cerebro que aboga por que yo coma sano me detuvo y me dijo «revisa bien a ver qué encuentras en la despensa»
Y esto salió:
Ingredientes:
(para 4 personas)
- 3 tomates de ensalada
- 1 bote de garbanzos ( o lata)
- 1/4 de libra de jamón dulce
- 2 rábanos
- 1/4 de cebolla morada
- 2 ramitas de cebollín
- chorrito de jugo de limón
- chorrito de aceite de oliva
- Sal al gusto
Preparación:
- Escurre bien los garbanzos
- Corta la cebolla en trocitos muy pequeños, y los tomates y el jamón en cuadrados más grandes
- Lava y corta los rábanos en rebanadas finas
- Mezcla todo en un bowl y aliña con el jugo de limón el aceite y la sal
Tips:
- Puedes añadirle queso feta si te gusta
El ingrediente estrella:
Los garbanzos: Representan un buen aporte de proteínas e hidratos de carbono de absorción lenta. Contiene mucha fibra por lo que es un alimento muy saciante. Ayudan tanto al proceso digestivo como a la salud cardiovascular. Los garbanzos son un buen ejemplo de que no debemos centrarnos únicamente en el aporte calórico de un alimento, sino en la calidad nutricional del mismo. Así que hazle un hueco en tu dieta, ya que se lo ha ganado por méritos propios.
Me encanta su manera de escribir y hacer amenas las recetas. Esta está buenísima.
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Gracias!
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