A Pepe le conocimos llegando a Barcelona. Por aquellas carambolas de la vida y esas «casualidades» que los cubanos, como no surjan solas, pues nos las inventamos.
La alimentación de Pepe es para enmarcar, y era de las cosas que más llamaban mi atención. Quieres conocer un país? Anda a comer con su gente! El Pepe se daba unos homenajes tremendos en la primera mitad del día. Y cuando digo homenajes digo HOMENAJES. Lo vi comer a las 11 de la mañana, en lo que allí llaman almuerzo ( que viene a ser como una merienda fuerte de media mañana) un fricasé de conejo! Si, si, y tan contento. Luego a las 2pm por supuesto toca la comida que también suele ser de un primer plato, un segundo, pan, postre, bebida y café. No digo más. Yo lo miraba y no lo podía creer. Y por supuesto, fiel a su siesta.
Empecé a entender aquello de la dieta mediterránea y poco a poco me empezó a hacer «match» con la dieta del Pepiño. Comía muchísimas verduras y frutas. Y cuando le preguntaba a mi amiga -«pero qué come Pepe entonces en la cena?», la respuesta era simple: «-algo ligero, por ejemplo, una cremita de verduras»
-Bingo! Pensé yo. Y así el Pepiño y sus costumbres se convirtieron en una especie de ejemplo a seguir para mí. Alguien que sin privarse de nada sabe alimentarse perfectamente bien y darle a su cuerpo lo que necesita en cada momento del día. Con bastante ejercicio físico incluido, cosa que estaba garantizada gracias a su trabajo.
Al día de hoy está jubilado, tiene un físico que ya quisiéramos tener muchos cuando tengamos su edad, y se mantiene feliz, sano y contento, y seguramente, seguirá fiel a sus cremas de verduras para cenar. Por supuesto también debe tener su efecto «colateral» positivo el estar acompañado de una cubanaza como la que le cuida y hace compañía 😉
Así que Pepiño, esta crema de verduras va por tí.
Crema de verduras
Ingredientes:
-2 tallos de puerros
-1 1/2 calabacín
-1 patata
-1/2 cebolla
-1 diente de ajo
-Queso feta
-Sal a gusto
-Aceite de oliva
-un poco de pollo ya cocido sobrante de alguna comida anterior (opcional)
Preparación:
Pon en una cazuela a hervir con agua hasta cubrir todas las verduras (puerros, calabacín, patata, cebolla, ajo).
Una vez listas arma tu licuadora y vas añadiendo solo lo solido, junto al pollo. Luego ve incorporando solo un poco del caldo. Bate y prueba la textura de la crema. Si está muy espesa le añades un poco más de líquido. Vuelves a batir y a probar. Así hasta que te quede de la textura deseada. Ahora añade la sal. Y listo!
Sirve en unos platos bonitos y espolvorea encima un poco de queso feta en crumbles y añade un chorrito de aceite de oliva.
Tip:
-Puedes cocer las verduras en algún caldo que ya tengas de antes, de verduras o de pollo.
-Así mismo, si te ha sobrado caldo de esta preparación puedes guardarlo congelado para próximas aventuras culinarias. Ya sabes, cocina una vez, come varias veces 😉
El ingrediente estrella de hoy:
El queso feta.
Más rico que el cará! Dirían mis compatriotas. Y la verdad es que lo bordaron los griegos, aunque también se consume en países como Dinamarca y Turquía. Más tradicional imposible. En mi cocina un must. Hay muchas, pero muchas preparaciones que aceptan el feta. Con un par de buenos tomates, un poco de aceitunas y queso feta tienes una cena rica y de poco trabajo. Para rematar es sanito y tiene propiedades beneficiosas. Busca busca, y verás.