-Sal a gusto
Notas:
-Sí, ya se, no he puesto cantidades, porque cuando las he preguntado me han dicho: «eso es a ojo de buen cubero». Yo me he reído y he pensado que justamente esa era la gracia, porque a los que nos gusta la cocina nos pondremos a experimentar hasta lograr el equilibrio perfecto. Toca experimentar, yo la primera! Prueba y me cuentas qué tal.
-Según yo, esta receta tiene además de mérito muchísimo sentido. Si se fijan hay en ella los cuatro sabores que se supone nuestro paladar es capaz de identificar: salado, ácido, dulce y amargo. Y también lo que se le conoce como el quinto sabor: el umami (sabroso). Para los que no lo saben, la salsa soja original es un ejemplo clásico de alimento donde se encuentra el umami. No se quien habrá inventado esta receta porque a mi suegra se la pasaron, pero quien sea que lo haya hecho, tenía un paladar de Chef! Obviamente reproducirla tampoco es fácil pues cada cual tiene sus pupilas gustativas y su apreciación. Así que olé por mi suegra y por todas las madres y padres y abuelos cubanos que en tiempos de super crisis se dejaban el alma en las cazuelas con tal de ver una sonrisa cuando llevaban sus preparaciones a la mesa. Chapeau por ellos.
El ingrediente estrella de hoy:
El azúcar.
Se que muchos se llevarán las manos a la cabeza y se asombrarán de que sobre todo yo, que abogo por la alimentación sana y demás, ponga el azúcar como ingrediente estrella. Hay que decir primero que todo que estoy 100% de acuerdo en que el consumo de azúcar en exceso es perjudicial para la salud. Pero ya lo he dicho todo: en exceso. El azúcar ha sido demonizado en los últimos años y como digo hay razones para ello, pero también es cierto que tiene beneficios. La clave como siempre, es la moderación, y eso vale para el azúcar, y para muchas cosas más.