Otra manera en que los cubanos comemos la malanga es simplemente hervida poniéndole por encima el clásico mojo cubano preparado con ajo y limón (o naranja agria). En este caso yo he incorporado un par de ingredientes más para salir un poco de la “rutina” y darle un toque diferente.
Ya hemos hablado de la malanga anteriormente cuando hicimos el Pastel de malanga y bonitato y de la relevancia que ésta tiene en la vida de un cubano, así que sin extenderme más, los dejo con esta sencilla receta.
Malanga con un mojo diferente
Ingredientes:
3-4 malangas (dependiendo del tamaño y de la cantidad de personas)
Un par de dientes de ajo
Cebollino
Turmeric en polvo
Jugo de limón natural o de naranja agria
Preparación:
Poner a hervir las malangas hasta que estén cocidas pero no demasiado suaves que se desbaraten. Escurrir y reservar.
Mientras las malangas se cocinan cortar el cebollino en trozos pequeños y machacar el ajo. En una sartén poner un chorro de aceite a calentar. Echar el cebollino dejar dorar un poco, luego al final el ajo, que se cocina muy rápido y si nos pasamos podría quemarse. Enseguida exprimir el jugo de medio limón y dejar un minuto al fuego
Servir las malangas y ponerle encima ese mojo que hemos preparado.
Al final esparcir un poco de turmeric (cúrcuma) en polvo por encima y servir.
Tip:
-No te preocupes si donde vives no tienes malanga, puedes hacer esta misma receta con boniatos o calabazas
-También puedes cambiar la cúrcuma por otra especia que te guste más.
-También puedes cambiar la cúrcuma por otra especia que te guste más.
El ingrediente estrella de hoy: La Malanga
Es el rey de los tubérculos en Cuba. Siempre que te ponías malo del estómago te recomendaban malanga, o a las personas muy mayores o los bebés cuando empiezan a comer, siempre se les daba malanga. Aparte de sus beneficios la verdad es que es bien rica como quiera que la consumas. En Colombia se le conoce como mafafa. En el resto de los países que he vivido no la hay (a no ser en algunos mercaditos latinos muy raros de encontrar), con lo cual, es de esos alimentos que siempre se echan muchísimo en falta cuando dejas Cuba. Aunque conozco una Sra española que cuando supo de sus bondades se las agenció para buscarse unas semillas y sembrarlas, y creo que hasta el día de hoy sigue cultivando y consumiendo sus malanguitas allá en Valencia.