No me vayas a decir que no, que una ensaladita siempre acompaña bien tus platos eh. Incluso una ensalada de plato principal también sienta muy bien.
Casi siempre cuando cocinamos nos centramos en el plato principal y el acompañamiento, y de repente te ves con todo eso encaminado y piensas «¡ay madre!, y ¿ahora qué hago de ensalada?
Tan aburrido es comer lo mismo todos los días de plato de fondo como comer la misma ensalada cada día. Ya uno la ve y la mira con desgano, las lechuguitas o los tomates casi te suplican que los comas cuando ya vas por el tercer día echando a la ensaladera lo mismo.
Así que aquí te va una ensalada, tan, pero tan fácil, que no te tomará más de 5-10 minutos hacerla. La pondrás en la mesa, todos pondrán cara de ¡WOW algo distinto! y para rematar, está riquísima.
Ensalada fácil:
Ingredientes:
-Un envase de tomates cherrys
-Aceitunas negras sin hueso
-Orégano
-Aceto balsámico
-Aceite de oliva
– Sal a gusto
Preparación:
Lava y seca bien los tomates cherrys y córtalos en mitades. Reserva.
Corta las aceitunas en rodajitas. Reserva
En un bowl mezcla tomates y aceitunas ya cortados y añade sal, aceite de oliva y aceto balsámico a gusto. Espolvorea un poco de orégano por encima y that’s it!
Tip:
-También puedes preparar la vinagreta antes mezclando muy bien el aceite, el aceto, el orégano y la sal. Una vez lista la añades a los tomates y mezclas todo bien.
-Puedes ponerle cuadraditos de pepinos o unos quesitos mozarella. Con el pepino te quedará más como un ensalada griega, y con el mozarella te recordará la capresse italiana. Dale tu toque especial que seguro te queda buenísimo.
El ingrediente estrella de hoy: El Aceto balsámico.
Es un tipo de vinagre con un toque dulzón y color oscuro de origen italiano que a mí personalmente me encanta. Es de esos lujos que uno debe darle al paladar, al menos de vez en cuando. Hay a quien no le gusta mucho. Pero igual, para ensaladas va genial. Suele ser más costoso pero no tienes que usarlo a diario. Si lo dejas para ocasiones te durará un montón. También hay una crema de balsámico, que es de sabor casi igual pero de consistencia más espesa. Para decorar los platos va muy bien.