Cupcakes de pavo

Además en Cuba, donde poco había para escoger, cada olla adquiría una relevancia especial. Es así como todos los cubanos recuerdan a ojos cerrados por ejemplo la olla de freír, la olla del arroz, o la olla de presión de su casa. Esas ollas se convertían casi en fósiles vivientes que se usaban por años y años y algunas al día de hoy apuesto que siguen dando guerra. A lo mejor por haber crecido con ollas que eran casi como miembros de la familia es que hasta el día de hoy me cautiva todo lo que sea menaje de cocina.

Así las cosas y a lo largo del tiempo donde ya he sido dueña de casa y por tanto, de cocina, me he dedicado a ir atesorando mis propios implementos para cocinar. La verdad es que no tengo muchos si los comparamos con la cantidad de años que llevo de dueña de casa. Los múltiples cambios de país como es lógico han causado ciertos estragos en eso. Es normal que esté cocinando y de repente me ponga a buscar algo que yo juraba que formaba parte de mi cocina actual y termine concluyendo que eso estaba en la cocina de la casa de otro país. De todos modos, he ido trasladando de país en país un grupo pequeño (más pequeño de lo que yo quisiera!) de cosas que me resultan muy útiles y de las cuales no me separo.

Entre ellos figuran algunos moldes, y hay uno en particular al cual le he dado mucha caña. Es el típico molde de hacer cupcakes o magdalenas. Solo que yo, no lo he usado precisamente para eso, sino para hacer cosas saladas.

Según yo (y no lo anden diciendo mucho) es un molde bueno para de cierta manera engañar al comensal. Porque lo mismo que pones a hornear ahí obviamente lo puedes poner en cualquier otro molde, pero en éste todo queda con más gracia y como en esta vida los pequeños detalles son los que hacen la diferencia pues a mi me pone contenta ver la sonrisa de mis comensales «engañados» cuando ven lo que sea, con forma de cupcake.

Así que si aún no tienes uno, vete a buscarlo y prueba esta receta que te encantará:

Ingredientes:

1 paquete de picadillo (carne molida) de pavo (o pollo o carne)

1 huevo

1 zanahoria no muy grande

1/2 de una cebolla

salsa o puré de tomates

aceitunas negras y verdes sin semillas ni relleno

aceite de oliva

sal

especias a gusto

Corta la zanahoria y la mitad de la cantidad de la cebolla en trozos muy pequeños. En una sartén, pon a calentar un chorrito de aceite y sofríe ambas cosas hasta que queden dorados. Reservar.

En un bowl pon en picadillo de pavo y mézclalo con el huevo, añade el sofrito, sal y especias a gusto (orégano, comino, tomillo, cilantro, turmeric, etc). Reservar

Unta el molde para cupcakes con un poco de mantequilla o aceite de oliva.

Precalienta el horno a 350 grados F o a 180 celcius.

En lo que el horno va agarrando temperatura ve rellenando el molde con la mezcla de la carme molida y demás.

Cuando esté todo listo y el horno caliente mételo a hornear por unos 25 minutos.

Mientras se van cocinando los cupcakes corta la cebolla que te queda en juliana, y las aceitunas en rodajas.

En una sartén pon la cebolla a sofreir con un poquito de aceite y una vez se ha puesto transparente añade la salsa de tomates y deja sofreir todo un par de minutos. Reserva

Una vez listos los cupcakes sácalos con cuidado y emplata adornando cada uno de ellos por encima con un poco de la salsa que has preparado y encima de la misma pon un poquito de aceitunas ya cortadas.
Los puedes acompañar con un puré de boniatos como se muestra en la foto

Buen provecho!

-Cada horno funciona de modo particular así que este tiempo de cocción puede ser ligeramente menor o mayor.

-Al emplatar monta todo con mucho cuidado para que no se derrame el adorno de tu cupcake. Recuerda que estamos «engañando» al comensal a través de lo que ve.
-Si no tienes un molde de estos aún pero igualmente quieres probar la receta, hazla en un molde cuadrado o circular, luego corta en trozos y adorna encima con la salsa de tomates y las aceitunas.

El ingrediente estrella de hoy: Las especias

En esta receta he puesto «especias a gusto» y lo he hecho con toda intención. La cosa es que el mundo de las especias es tan pero tan vasto que eso te permite jugar mucho con ellas en la cocina. Yo soy absolutamente fan de las especias, porque además, al igual que pasa con los tés, cada vez hay más mezclas nuevas que dan mucho juego a la hora de inventar.
Si quieres que tus cupcakes tengan un toque más mediterráneo ponle orégano, si quieres que el sabor te recuerde más la comida hindú por ejemplo, ponle curry, si quieres un sabor más latino, pone comino y laurel. Un toque fresco: albahaca, tomillo, perejil. Así de entretenidas son las especias. Un plato puede cambiar totalmente en función de la especia que utilizas. O puedes tener el plato más aburrido y soso del mundo y le pones una o dos especias y se convierte en toda una experiencia al paladar. Las especias son como los zapatos en la vestimenta de las mujeres, te puedes poner cualquier cosa que te pones un par de zapatos que vista, y vas sobrada. En la cocina lo mismo! Usalas, prueba, inventa, mezcla, y ya verás cómo te sorprenderán.