Hay que reconocer que en inglés hay palabras que suenan hasta más bonito, y healthy es una de esas.
Cuando yo era niña no recuerdo a nadie taaaaan preocupado como estamos ahora con aquello de ser o estar healthys. Y no es que esté mal que lo hagamos, basta mirar un poco de estadísticas y ver los índices de obesidad y enfermedades crónicas de algunos (muchos) países como para entender por qué lo healthy está en el bombo. La verdad es que en un mundo marcado por tendencias y por redes sociales donde todo se comparte o se publica rápidamente a la vuelta de un simple click, pues es de esperar que en temas de comida, también se aproveche las facilidades del entorno para dar a conocer y para poner de moda ciertos alimentos o ingredientes o tendencias al escoger lo que ponemos en nuestros platos de comida.
Hasta hace unos años, el hecho de que alguna comida se pusiera «de moda», casi siempre tenía solo que ver con temporadas. En Cuba por ejemplo cuando yo era niña recuerdo la época del mamey, la del aguacate, la de los mangos y de cuantas cosas más. Todos sabíamos en que épocas del año era más fácil encontrar una u otra fruta o una u otra vianda. El resto del tiempo, ni se te ocurra pedirlo. «No estamos en temporada», te decían los adultos.
Pero ahora las tendencias son otras, ahora, además de las temporadas para ciertos productos (que aunque no lo crean siguen existiendo y la naturaleza sigue funcionando igualita) pues también tenemos al alcance otros productos o ingredientes que se ponen de moda. Por ejemplo los llamados superfoods, todo lo low fat o fat free, o lo gluten free o sugar free o los famosos jugos detox. Y también, por qué no, todo lo producido de manera orgánica.
Pero, qué es en realidad ser o estar healthy?
Mi opinión personal es que es un concepto que abarca muchas aristas y que no debería estar relacionado a modas, y que además es muy relativo porque depende de muchos factores. Depende por ejemplo de cuánto una persona se preocupe y esté comprometida por su salud, depende de qué opciones tienes a tu disposición para cuidarte, depende de los productos que haya o que se vendan en la zona donde vives, depende de los sistemas de salud de los que dispongas, depende del clima que te acompañe, y depende hasta de la gente que tengas cerca. Incluso depende del azar! (Como te pique un mosquito con el Zika…) También tiene que ver con tus genes en cierta medida, y de tantas otras cosas que nadie puede controlar o definir (cuántas enfermedades no hay que la gente no ha escogido tener, que no tienen que ver con dietas ni hábitos ni con genética).
Por lo tanto para mí ser o estar healthy no es algo asociado a tomar 8 vasos de agua al día o comer solo comida orgánica, o consumir productos gluten free (que por cierto si no eres celíaco o intolerante al gluten no tienes para qué evitar el gluten) . Para mi ser saludable, al menos en la parte que podemos nosotros controlar, apela más al sentido común que apliques con tu vida, tu salud y tus recursos, teniendo en cuenta la realidad objetiva y el enviroment que te acompaña para lograrlo.
Aquello de ser healthys más que una moda, es un concepto que construyes tu mismo a partir de tus experiencias y tus vivencias, y de las ganas que tengas de estar y sentirte bien. Así que no te creas todo lo que oyes, ni compres todo lo que ferozmente te venden o está de moda. Investiga, busca bases científicas sólidas y no solo te valgas de lo que ves en la bien llamada Google University. Y mucho menos te hagas eco de cosas que no sabes o no están probadas científicamente.
Cuestiónatelo todo, ten una buena relación con la comida, aprende a escuchar a tu cuerpo y rodéate de entornos y personas que te hagan feliz y disfruta y agradece todo lo que tienes. Ahí está la verdadera salud y el bienestar. No en la sección healthy del supermercado.
Si quieres estar y sentirte saludable, mi consejo es que apliques un concepto muy simple en tu vida: El Balance
Todo en la vida es una cuestión de balance, ser saludables, también. Yo disfruto mucho a diario de una comida sana, con muchas verduras, cenas ligeras, comida variada y de verdad, y sobre todo hecha en casa, pero eso no quita que un día me venga la añoranza por mi tierra y me coma un rico arroz congrí con unos plátanos fritos y una buena compañía. Eso me lleva a mis olores, mis sabores y mis raíces. Y para mí es una experiencia tan saludable como mis cremas de verduras y mis inventos culinarios del día a día.
Conclusión, no seamos más papistas que el Papa, no nos pasemos, no nos dejemos engañar. Puedes ser y sentirte saludable sin superfoods y sin reclamos publicitarios. Aprende a elegir bien, y sobre todo, aplica sentido común. Y no te olvides de que hay mucha gente enferma que, más allá de toda moda o tendencia, diera lo que no tiene por estar sanos. No irse a extremos, ni pensar que todo se cura con la varita mágica de lo que esté de moda, es una manera bastante healthy de respetarles.
Mira qué fácil ser saludable ( o healthy si lo quieres más fancy)
Y a eso precisamente es que me refiero cuando al final de cada uno de mis post me despido así: